Unos pocos años después, los dibujos que se veían por todas partes eran los de Sarah Kay. Estos sí me gustaban mucho! Me gustaba el estilo y las características, la técnica, los colores y los temas de la ilustradora.
Sarah Kay es una dibujante australiana que con algunos estudios de arte, empezó a hacer sus dibujos basada en lo que imaginaba como el mundo en el que quería que sus hijos Adam y Allison crecieran, un mundo simple y feliz. Vivía con sus hijos, con su perro Plip y tres gatos. Todo empezó cuando dibujó 20 niños contando una historia acerca de sus mascotas. Un publicador de tarjetas reconoció su talento e inmediatamente publicó sus dibujos. Ella tomó su carrera siempre con mucha modestia, y decidió seguir así, con un perfil muy bajo y sin dar entrevistas, a pesar del gran éxito que tenían sus dibujos alrededor del mundo. Sus dibujos gustaron mucho y muy rápidamente empezaron a aparecer, además de en stickers y posters, en papeles de regalo, calendarios, polos, cortinas, cubrecamas, jarritos, etc.
A mí me encantaban sus dibujos. Yo tenía en mi cuarto unos cuadritos muy bonitos con sus dibujos que los mandó a hacer mi mamá con unos posters que compró. Al lado de mi cama tenía el que más me gustaba y decía "Empieza cada día de una manera feliz". También tenía algunos posters y papeles de carta, y mis pijamas. Cuando salió el álbum de figuritas, estas si autoadhesivas (toda una modernidad) las junté hasta tener todas, menos una ... que nunca conseguí. Aún hoy tengo el álbum, con el espacio vacío en el lugar de la figurita no conseguida. Ahora, Eiky mi hija, tiene tres de los posters, bien conservados, en su cuarto.
A mí me encantaban sus dibujos. Yo tenía en mi cuarto unos cuadritos muy bonitos con sus dibujos que los mandó a hacer mi mamá con unos posters que compró. Al lado de mi cama tenía el que más me gustaba y decía "Empieza cada día de una manera feliz". También tenía algunos posters y papeles de carta, y mis pijamas. Cuando salió el álbum de figuritas, estas si autoadhesivas (toda una modernidad) las junté hasta tener todas, menos una ... que nunca conseguí. Aún hoy tengo el álbum, con el espacio vacío en el lugar de la figurita no conseguida. Ahora, Eiky mi hija, tiene tres de los posters, bien conservados, en su cuarto.