Desde hace 7 años, cada año me enfrento a una linda meta: compartir mi idioma y enseñarlo a un grupo de profesores que vienen de diferentes países a trabajar en mi colegio. Me encanta hacerlo, preparar los materiales y las actividades, sobre todo porque se trata de "alumnos" muy especiales: son profesores y se ponen del otro lado del "pupitre", son super motivados, en muchos casos saben varios idiomas y tienen un conocimiento de culturas variadas increíble, están muy interesados por conocer y aprender sobre nuestro país, su historia y su cultura.
Cada grupo ha sido una experiencia muy enriquecedora y me ha permitido, además de enseñar español, aprender muchísimo de cada uno de ellos y de sus experiencias como profesores viajeros.
La meta básica es que aprendan español para "sobrevivir" en Lima, en su vida cotidiana (comprar en Wong, hablar con la empleada de la casa, dar un encargo al portero, tomr un taxi, etc.), y para ello usamos métodos muy diferentes y divertidos.
No pude dejar de reirme al ver este video, con un estudiante de español, que canta una canción de amor ... luego de su primer semestre de clases, con el vocabulario típico (y muchas veces poco práctico) que se enseña en las clases de español convencionales.