Hoy temprano me pregunté si después del descanso nocturno todo estaría mejor. Nada, todo igual ... no reacciona.
El diagnóstico del especialista terrible y contundente: se malogró la tarjeta madre. Qué es eso?! No hay remedio: se malogró mi computadooora! Y arreglarla costaría casi como comprar una nueva.
Pero ... es solo un objeto! Un aparato que se enchufa, nos sirve y llega un momento en el que deja de hacerlo y se reemplaza por otro.
Pero tengo un sentimiento de duelo, porque se trata de un objeto que me permite, en algún momento de cada día, conectarme con partes de mí misma, planificar, organizarme y organizar información, expresarme de muchas maneras, diseñar, comunicarme conn otras personas, informarme constantemente, leer de todo, aprender mucho, ver imágenes propias y de otros que disfruto, oír la música que más me gusta, ver videos y películas, distraerme ... y también a Eiky. Una compañera de equipo en esta parte de mi camino.
Es un supercuaderno, papeles, lápices, libros, atlas, diccionario, diario, agenda, directorio, correo, alumes de fotos, calendario, reloj, calculadora, radio, cine ... y mucho más.
Ahora a aceptar lo inevitable: ya no tendré más mi útil y querida iBook de 12 pulgadas. Muy chiquita pero continente de muuuchos contenidos muy valiosos para mí. Felizmente aprendí la lección y ahora si tengo todo lo importante en CDs. Y también estaba viejita, en esta época de descartables; ya ni siquiera existe ese modelo.
Si, un objeto, pero no puedo evitar un sentimiento de vacío, de pena y de mucha gratitud.
Ahora usaré por un tiempo sólo la computadora que tengo en mi trabajo (felizmente también es Mac!).
Adiós Macky ... y muchas gracias por todo!